Aquí estoy de nuevo, en Horsens todavía. Ya por fin hemos
acabado el proyecto, lo entregamos el viernes pasado. El resultado nos gusta,
la verdad, esperemos que también les guste a nuestra supervisora y nuestra
examinadora. Creo que no lo he explicado, pero el proyecto que hemos hecho ha
sido sobre una urbanización del puerto de Horsens. Ha sido un proyecto
entretenido, donde he tenido la suerte de compartir grupo con 3 buenas personas
y trabajadoras. Así que contento con el resultado.
Algunos de los planos que hemos realizado
También os quería hablar sobre el fútbol, porque ahora que
estoy viendo el Tottenham – Liverpool me he acordado que el mes pasado salió en
“El Gurrión” un artículo que escribí sobre algunas diferencias que he visto
entre el fútbol regional danés y el español.
A continuación os lo adjunto, al final os pongo el enlace de la
revista, por si os interesa seguir viendo. Nada más por hoy. La próxima entrada supongo que será desde España, ya que el martes, allí estaré.
“Diferencias entre el fútbol regional danés y el español
Desde alevines que
vengo jugando al fútbol. Es algo que siempre me ha gustado, algo que disfruto.
Una vez finalizada mi etapa de fútbol base pude seguir con el primer equipo de
mi ciudad en 3ª división. Después vinieron un año en regional preferente y
medio año más en segunda regional, el primero también con la UD Fraga y el
segundo con el CF Ontiñena.
Debido a mi estancia
por estudios en Horsens (Dinamarca) he podido disfrutar de unos cuantos meses
de fútbol regional federado en este país. Estos los he pasado en el segundo
equipo del Horsens Freja, en la Serie 4 (con ascenso y campeonato) y en la
Serie 3.
Me gustaría comentar
en este artículo las diferencias que he visto y de las cuáles creo que podríamos
tomar ejemplo y aprender, ya que la mayoría son, digamos, más educativas. Las
voy a intentar resumir en cinco: las tarjetas amarillas, los cambios, los
árbitros, el capitán y el postpartido.
Tarjetas amarillas
Os preguntaréis, ¿qué
diferencia habrá? Pues bien, en Dinamarca, si te sacan una tarjeta amarilla, te
vas diez minutos del partido. Así, sin más. Y eso pasa para que la gente se
piense un poco las famosas faltas tácticas o las protestas. Una de estas
tarjetas la viví en mis propias carnes. Estábamos en los últimos minutos de un
partido ganando y hubo una falta. Parecía que la iban a sacar rápido así que,
con el pensamiento español, me puse delante. Tarjeta al canto y con uno menos
lo que quedaba de partido. La verdad es que ni me acordaba que me iban a sacar
la tarjeta, eso lo vi venir después. Evidentemente, los árbitros se lo piensan
mucho más a la hora de sacar una cartulina, ya que puede provocar una gran
diferencia. En mi opinión es una decisión muy acertada, ya que se propone un
juego más limpio (ni pérdidas de tiempo, ni protestas, ni simulaciones…) además
de respetuoso.
Cambios
La gran diferencia es
que se pueden hacer todos los cambios que se quieran (decir que la convocatoria
en España es de 16 y allí de 14, por lo tanto sólo hay tres cambios). Se podría
pensar que esto beneficia la pérdida de tiempo, pero no, todo lo contrario,
allí no se pierde el tiempo nunca. Los cambios van bien para esforzarte al
máximo, si duras 30 minutos te vas al banquillo y ya volverás a entrar otros 30
después. No he visto en ningún partido esos cambios en el minuto 90 para perder
tiempo, esos que sólo hacen que el jugador no llegue a tocar la pelota, que
juegue 20 segundos, casi que le humillen y le digan: para esto te quiero.
Conclusión, favorece el esfuerzo de la gente, sabiendo que en cuanto estén
cansados pueden pedir el cambio, además de que los del banquillo, salvo caso
extremo, van a jugar 30-40 minutos seguro.
Árbitros
Es simple, allí
siempre les tienen respeto. Las típicas escenas que vemos de la Premier League
o de otras ligas, del árbitro conversando con los jugadores, pues eso se vive
también en la regional danesa. Rara vez se ve a algún jugador protestando, muy
seguro tiene que estar para hacerlo (a sabiendas de que protestar no sirve de
nada). Es algo que nunca he entendido, las protestas no sirven absolutamente
para nada. Lo único que puedes conseguir es que los nervios del árbitro
aumenten y lo haga todavía peor. Yo siempre he intentado dialogar con ellos,
hacer alguna broma, me parece que esa es mejor manera de intentar ganártelos
(si es que se puede). En Dinamarca, evidentemente, la barrera del idioma no
permite hablar mucho con ellos, pero la verdad es que no es necesario.
Capitán
Esto es algo que
siempre he reivindicado y no he tenido la suerte de verlo muy a menudo. El
respeto hacia el capitán. Esta figura suele serlo por algo, normalmente por
experiencia, pero si no será por carácter o saber estar. Saber que cuando habla
el capitán se debe escuchar, que al árbitro sólo le debe hablar el capitán o
hacer caso a algo que diga. Un ejemplo lo vi en mi equipo allí. Hubo una falta
en nuestra contra y un jugador nuestro se llevó una cartulina amarilla. Dicho
jugador se puso a protestar al árbitro y no se quería ir del campo. En ese
momento, el capitán, que debía estar a unos 20 metros, le pegó un grito y le
dijo que se callara y se fuera. Dicho y hecho. Sin abrir la boca. A colación de
esto, hay una entrevista a Fernando Torres que me gustó mucho por varias cosas
que decía. Una de ellas es que a pesar de que había costado 36-40 millones de
euros (no lo recuerdo) el sentía que debía ser el último en el vestuario en
hablar, en opinar, refiriéndose a que todos los demás tenían más experiencia
que él en ese club. Esta reflexión la comparto al 100 %.
Postpartido
Con esto me refiero a
lo que pasa en el vestuario después de acabar. Lo primero que hacemos es elegir
al mejor jugador del partido. El que sale más votado tiene (en teoría) que
comprar una caja de cervezas para el equipo. Así, al acabar el partido y antes
de ducharte, se comparten unas cervezas entre todos los compañeros del club.
Siempre. Da igual si se ha ganado, se ha empatado o se ha perdido, se haya
jugado bien o mal, eso es algo sagrado. En algunos casos hasta jugadores de los
equipos rivales se han unido a nosotros, como digo, sin importar el resultado.
Yo creo que esto a veces sí que pasa en el fútbol regional de aquí de España,
quizás no en el vestuario, pero probablemente si en el bar del club.
Hasta aquí mi pequeña
reflexión sobre las diferencias que he visto (al margen del juego) entre el
fútbol danés y el español.” El gurrión – Noviembre 2013
Un saludo
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